domingo, 6 de junio de 2010

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Por: José Alfredo Gallego Andrade

Desde el momento en que reconocemos al aprendizaje como un elemento que ha dado lugar a la evolución y a la civilización, es imposible definirlo como algo trivial. Al aprender, los individuos podemos determinar las condiciones en que vivimos, socializamos y también estamos en posibilidad de tomar decisiones que pudieran traducirse en obtener una mejor calidad de vida. Hablar de aprendizaje implica pues una modificación en la conducta en respuesta a lo que ocurre en la realidad.

Históricamente se ha considerado a la escuela como el principal centro de obtención de aprendizaje, y donde a éste se le da carácter de oficial. La escuela es la institución que imparte, regula, y certifica los conocimientos y por lo tanto, el aprendizaje obtenido. Debido a ello, surgió la necesidad de encontrar la manera de medir ese aprendizaje y poder otorgar esa certificación a los alumnos en la medida del avance logrado. En consecuencia, los exámenes escritos se han convertido en el instrumento medidor de aprendizaje por excelencia. Pedir al alumno que conteste un cuestionario de preguntas pre-seleccionadas ha sido un instrumento globalmente aceptado para medir ese aprendizaje.

Sin embargo, es precisamente por el hecho de saber que no se trata de algo trivial, que con el correr de los años hemos visto esfuerzos por buscar alternativas para medir el aprendizaje de otras formas, ya sea apreciando la constancia en la búsqueda del mismo, valorando comportamientos y actitudes, o simplemente reconociendo en nuestros estudiantes el interés manifiesto por aprender. Todos estos parámetros también se convierten en indicadores de aprendizaje.

Con base en la experiencia, me queda claro que no podemos definir el nivel de aprendizaje con sólo ver cómo se responden cuestionamientos directos acerca de ciertas lecciones vistas en clase, sino que hace falta observar más allá de los enunciados que se usan para contestar. Es importante, por ejemplo, estimar la capacidad de expresión del estudiante en función del conocimiento adquirido, o también observar cómo el estudiante busca e identifica los elementos de la realidad donde puede aplicar sus conocimientos.

Pero por otro lado, también estoy convencido de que responder unas preguntas acerca de los contenidos del curso es un parámetro que se debe integrar al proceso de medición del aprendizaje, no para medir en su totalidad el grado de aprendizaje logrado, sino para apreciar la calidad de esas respuestas e ir forjando una idea del conocimiento que se ha generado.

4 comentarios:

  1. Hola José Alfredo:

    Antes que nada me da gusto que estes empezando a utilizar tu blog constantemente y ahora te comento que el aprendizaje es un proceso que ahora sabemos que llevan tiempo; debido a todos los elementos que éste conlleva. Cuando un alumno memoriza, no quiere decir que aprende, pero memorizar es necesario para alcanzar algunos niveles de aprenidzaje, entonces se puede decir que realmente aprender es sumamente complejo.

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  2. Hola José Alfredo.

    Coincido contigo en el aspecto de que el aprendizaje no puede ser medido con el hecho de contestar unas preguntas, yo lo compararía con la aplicación de un examen de conocimientos a los estudiantes, los cuáles memoriza únicamente para el pasar, y si al día siguiente le vuelves a aplicar la misma prueba, los resultados serán en muchas ocasiones totalmente distintos, creo que a esta acción no le podríamos llamar aprendizaje, y por lo tanto no puede ser tan trivial.

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  3. Que tal amigo José:

    Sinceramente creo que tu blog, así como tus comentarios están como deben ser, ¡FELICIDADES!, tienes razón respecto de cuando dices que el examen se ha convertido en el elemento medidor de aprendizaje por excelencia, sin dejar de lado completamente la concepción de que ciertos contenidos no pueden ser medidos mediante un examen, como serian los actitudinales, o como por ejemplo en materias de especialidad, tal vez la evaluación resulta mas convincente mediante la aplicación directa de algunos conocimientos prácticos.

    Te mando un gran saludo, nos vemos.

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  4. ¡Hola! Alfredo.
    Estoy de acuerdo contigo, con respecto a que el examen se ha convertido en el elemento medidor de aprendizaje, no podemos medir los conocimientos solo con un examen. En ocasiones el alumno puede ser que tenga un problema familiar y llega a presentar un examen y puede no tener buenos resultados. En lo personal, no mido su aprendizaje solo con un examen, lo mido por los resultados que observe en su proceso de aprendizaje.

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